Abrió el acto el concejal de Cultura y Universidad, el socialista Rafael Hinojosa, que a pesar de que se refirió a la crisis y a todas sus partes negativas, reivindicó la poesía como un arte que genera sentimientos y que está vivo y por lo tanto da emociones a las personas.
En esta ocasión, el galardón fue para el profesor de Lengua y Literatura castellana, Antonio Rodríguez, que ejerce su magisterio en e IES Bonificacio Sotos de Casas Ibáñez en la provincia de Albacete. Un hombre nuevo, un poeta joven que dio las gracias por el placer que le había dado dicho premio y por poder contar que Alcalá la Real es una ciudad que cuida la poesía, y a pesar de que el premio no tiene una cuota económica, tiene un gran prestigio, porque lleva el nombre del gran poeta medieval Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, que aún sigue emocionando a los lectores y por estar editado por una gran editorial como Pre-textos y auspiciado por la Caja Rural de Jaén y su Fundación.
El premiofue otorgado por unanimidad por el jurado el pasado 18 de febrero, que fundamentó el fallo por «expresar con gran equilibrio la diversidad sentimental de la existencia humana». Fueron 78 las obras presentadas, venidas de toda la geografía española y algunas de México, Francia, Colombia, Chile, Italia y Serbia, con lo que se justifica plenamente el carácter nacional e internacional de este premio alcalaíno que nació en plena transición española.
El autor de ‘El Camino de Vuelta’, Antonio Rodríguez manifestó que «el viaje es una búsqueda en el espacio y en el tiempo; y, tanto en uno como en otro, se hace necesario regresar a lugares donde reconocernos».
La vuelta para él es doble, en lo personal y en lo geneeral, es la vuelta a lo importante, a aquello que interesa y obsesiona a lo que tiene consciencia. «Pero también la vuelta al humanismo, después de tantos intentos de alejamienoto como estamos viviendo».
También añadió que «a diferencia de los objetos naturalees, la poesía es creación humana. El arte más perfecto encierra una preocupación profunda, una duda punzante, un amor último. Si somos capaces de retomar lo humano, de situarlo en el centro de todo, como han pretendido otros antees, es dudos que contribuyamos abiertamente a la negación de la belleza. Y a su lado está el bien, no lo olvidemos», finalizó, el autor.
Por último y para festejar este día poético por excelencia alcalaíno, la coral Alfonso XI, dirigida por Lirio J. Palomar interpretó una serie de canciones con textos de García Lorca y la Lonja del Arcipreste llena de luz, llena de gente, llena de poesía, se transformó en un parnaso de gentes con emoción, con arte, con sentimientos, con ganas de leer el libro de Antonio Rodríguez y su camino de vuelta.
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