El alcalde de Alcalá la Real, Marino Aguilera, se queja, en las redes sociales, del trabajo que le está costando 'aterrizar'en el Gobierno Municipal y de las trabas que le están poniendo y la falta de tiempo para poner en orden todo el entramado municipal para que todo funcione. Y es verdad que es mucho trabajo para él solo, pero puede contar con todos los funcionarios y personal del Ayuntamiento que son muchos y están bien preparados.
Considero que es demasiado trabajo y responsabilidad que caiga toda esta labor en unas solas espaldas, las del alcalde, y debería compartirlo con toda la Corporación Municipal y pedir ayuda, así que debería invitar a los diez ediles del PSOE a que fuesen todos los días al Ayuntamiento y traspasaran los poderes a los nuevos gobernantes. Pero, esto que digo, puede ser una entelequia y lo que desea el partido en la oposición, es que fracase, cuanto antes, el partido que gobierna, o quizás no.
Por eso, lo que falla aquí, es el propio sistema, basado en partidos que no resuelven los problemas de los ciudadanos, sino que ponen sobre la mesa cada vez más problemas. Estos partidos no han incentivado la participación ciudadana sino que van diciendo que si ellos no gobiernan, vendrá el caos.
Yo creo que Marino Aguilera quiere hacerlo bien, pero la estructura del sistema en el que cree, no lo deja funcionar, porque creo que es muy fácil funcionar cuando se quiere atender a los intereses generales y universales; no hay más que compartir el trabajo y también, como consecuencia, la riqueza.
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