EL SUELDO

La primera discusión de esta legislatura ha sido por el vil metal, por el dinero, por lo económico que es lo determinante según Carlos Marx. Al alcalde Marino Aguilera se le ocurrió decir que iba a ganar 5.000 euros menos que el anterior primer edil, el socialista Carlos Hinojosa, y este dice que eso no es así y que entre unas cosas y otras, los veinte mil euros que pretendían ahorrar en bajar remuneraciones, el jefe de la oposición los convierte en un coste para el pueblo alcalaíno de 70.000 euros y este hombre habrá hecho bien las cuentas porque es de ciencias y además es profesor interino de matemáticas. Marino Aguilera justificaba su sueldo diciendo que la cantidad que cobra es semejante a la de un director de un instituto de enseñanza media. Y Carlos Hinojosa lo justificaba en la fortaleza de la Mota, donde convocó a los periodistas para hablar de este pleno y dijo que el sueldo que ha cobrado durante los últimos años como alcalde no lo dispuso él, sino que siguió los criterios de la alcaldesa Elena Víboras, colocándose un sueldo de un euro más del sueldo que el funcionario que más gana en el Ayuntamiento, porque para eso es su jefe. Con estas mimbres, el vecino alcalaíno tendrá sus dudas y no sabrá discernir si el alcalde actual cobra menos que el alcalde anterior. En fin, como siempre el tiempo dará la razón al que la tenga.

Estando allí en el salón de plenos y viendo a los diferentes concejales, el panorama era de equilibrio, casi había tantos de izquierdas como de derechas, casi todos y todas vestían normal, unos estaban más tranquilos que otros, alguno no podía olvidar su etapa como primer edil y su experiencia y protagonismo. La frescura y la voz como asustada de Mercedes Flores, la contrarrestaba Carlos Hinojosa con sus cifras implacables y contundentes; Marino Aguilera prescindió del cronómetro que regula los tiempos de intervención e iba aprendiendo sus primeras lecciones como alcalde y pensaría que la tregua había terminado y que había que remangarse para cumplir todo lo prometido en su programa; Juanma Marchal miraba, oía y observaba; Inma Mudarra pensaría que ahora ella tiene que dirigir los Recursos Humanos y Maché, Cristóbal Cano y Eva Bermúdez reían entre ellos y pensarían que ahora no deciden lo que hay que hacer pero sí tienen mucho que decir. En fin, pensé que esta es la gente que nos dirige, que dicen querer lo mejor para todos nosotros, que se dejarán la piel por trabajar por Alcalá la Real, pues nada que cumplan todo lo que dicen, que el gobierno municipal haga su trabajo, que la oposición haga el suyo y que los periodistas y corresponsales den fe de todo ello.