En el interior de cada uno guardamos lo mejor que tenemos. Es un tesoro íntimo que hemos ido cosechando a lo largo de nuestra vida. Es la memoria íntima y diaria de lo sucedido a lo largo y ancho de nuestra historia. Hay momentos que se nos han quedado clavados y grabados para siempre y otros que parecen que están aletargados y dormidos pero siguen ahí presentes. Solo hay que incidir, un poco, en ellos para que surjan y puedan ser recordados.
La vida es un soplo de historia que nos convierte en habitantes de este
mundo. Son dos renglones escritos en la esfera del Universo que dan fe de que
hemos vivido aquí en un tiempo determinado. Es solo eso, cada uno tiene su
Historia, que es la más importante y fidedigna. Sería ideal que cada cual
escribiera su vida, habría miles, millones de libros para leer y entretenerse.
Habría miles de ejemplos para inspirarse, para hacer películas.
Ahora, he visto gente que no es dueña de sí misma. No tienen nada, viven a
expensas de la esperanza, padecen todo tipo de penalidades. Sigo viendo a
personas que vienen en busca de trabajo y andan todo el día buscando que
llevarse a la boca. Los veo en la pared que hay en la Estación de Autobuses y
están contentos porque salieron del mismo infierno. Han conseguido ser dueños
de parte de sus vidas. He visto a jóvenes que trabajan todo el día y su sueldo
no les llega para vivir dignamente, tras haberse preparado concienzudamente y
estar prestos para seguir haciendo historia.
Ayer, me dejaron un perro y estuve dos horas hablando con él. Lo llevaba
atado de una cuerda y a veces tiraba para irse por donde él quería. Otras veces
tenía que conducirlo porque intentaba zafarse de mi fuerza. En aquel lugar
había más perros y todos tenían un buen lustre y estaban bien cuidados.
También, he visto canes que han pasado miles de fatigas, encerrados en un patio
y en soledad todo el día.
La vida es todo lo que hacemos, al segundo, al minuto. Es levantarse de la
cama, desayunar. No tener que llevarse a la boca, o sí. Trabajar, estar
desocupado. Es preocuparse por los demás. Es despreocuparse, vivir como si no
hubiera nadie a tu lado. La vida es un momento de la Historia de cada uno. Sin
querer, cada uno escribe su propia historia, y nada pasa desapercibido, Todo
queda escrito en algún rincón. Todo tiene una razón de ser.
Creo que los muertos siguen vivos, los tenemos presentes y están en
nuestras vidas. Cada uno muere a la hora prevista y en el lugar adecuado. Hoy,
seguimos haciendo Historia, estamos vivos y tratamos de seguir viviendo, cada
uno a su manera, pero llegará un día en que habrá una línea recta o curva donde
todos coincidamos. O eso me imagino.
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