¿EXISTE UNA IDENTIDAD ALCALAÍNA?

El pasado jueves, sobre las 20:00 horas la Casa de la Juventud acogió una mesa redonda sobre la identidad alcalaína. En un acto que estuvo organizado por la asociación Amici Culturae. El debate estuvo coordinado por José López Romero, vocal de foros de opinión de dicha asociación.
En el mismo intervinieron Rafael Hinojosa, concejal de Cultura del Ayuntamiento alcalaíno; Marino Peñalver, edil del PP; María Carmen Barba, técnica en sistemas informáticos; María Luisa Esteo, licenciada en Bellas Artes; Francisca Cano; profesora de Secundaria y Domingo Murcia, cronista oficial de la ciudad.
Para Rafael Hinojosa no existe una identidad alcalaína, consideró que identidad es algo que define o identifica y añadió que hay muchas Alcalás, la urbana, la aldeana y por haber vivido o nacido en Alcalá no hay una identidad común.
Por su parte, Marino Aguilera, también estuvo de acuerdo en que no hay una identidad alcalaína, considerando que no hay una actitud de todos los alcalaínos, ni es un pueblo diferente a otros, ahora bien añadió que hay rasgos distintivos como el habla o algunos vocablos que se usan que son autóctonos, como las palabras esento o esfaratar, que no se dicen en ningún otro sitio, o por lo menos con el significado de aquí. También, el carácter hospitalario por la situación de frontera. Hizo mención a otros rasgos alcalaínos como que los ciudadanos son poco reivindicativos, llanos y sencillos, sin grandes diferencias sociales, tienen efecto gaseosa, afán por la propiedad, buscavidas y preocupados por el qué dirán y las apariencias.
María Carmen Barba, persona nacida en Málaga, pero con varios años en Alcalá, hizo incidencia en que el carácter o identidad de un pueblo debe venir del grupo de personas que vive en un lugar. Dio como rasgos típicos la forma de hablar y algunas expresiones, el comer pescado crudo, el clima frío, las costumbres como las mujeres haciendo jabón, devoción por las imágenes religiosas, la multitudinaria celebración de las bodas, el uso de apodos, las reuniones en los guisos, con poca actividad de la mujer; afan trabajador y ahorrador y el orgullo por la Mota.
María Luisa Esteo hizo hincapié en la iconografía visual y la poética del espacio. Consideró que Alcalá tiene una identidad por su entorno histórico y arquitectónico, con numerosos monumentos, contando con una historia rica y diversa, en una zona fronteriza con la Mota por bandera. Los alcalaínos tienen una iconografía propia con el fervor a la Virgen de las Mercedes y al Cristo de la Salud. Con historias de vida y espacios públicos.
Para Francisca Cano si existe una identidad alcalaína como núcleo urbano y sus aldeas, como identidad social. Alcalá es un municipio entre Jaén y Granada, los alcalaínos se debaten entre ambas ciudades. Alcalá está situada en el centro de Andalucía, a mil metros de altura, con muchas vivencias en la frontera y con una identidad cultural. Para Francisca Cano la identidad la forma la historia y las vivencias de los alcalaínos.
El cronista oficial, Domingo Murcia, manifestó que hubo una identidad alcalaína, manifestada en diversas diferencias con otros pueblos. Comentó que el paisaje fija la actividad humana y configura la idiosincrasia individual y colectiva. El paisaje ha determinado la manera de ser de los alcalaínos, influyendo en la manera de ser de cada uno. Hizo mención a que los alcalaínos se han adaptado a las circunstancias, son fugaces y oportunistas, tolerantes y diversos, por ser personas de frontera. Los alcalaínos abren los brazos a los que llegan, de ahí el papel de Etnosur. También añadió que en Alcalá hay un microcosmos linguistico. Además sacó a colación definiciones que había hecho el concejal de Cultura, Rafael Hinojosa, de cómo son los alcalaínos, definiéndolos como despiertos, vivos, provocadores y altaneros, voluntariosos, trabajadores, apegados a la tierra, tradicionales y conservadores, ahorrativos y aventureros y quijotes.