Cada vez me siento más desamparado y los ciudadanos están también. La democracia es una farsa y los que gobiernan nos engañan cada vez que quieren. La lucha del pueblo saharaui, la de los palestinos, en fin la de los débiles es una desgracia continua, machacados por los poderosos: todos se pasan por las entrepiernas las resoluciones de la ONU, que no sirve para nada y si para gastar el dinero en diplomacia que no hace nada.
El sistema implantado por los diversos gobiernos, con el mercado como dios primordial, está haciendo aguas, pero nadie quiere enterarse de ello, porque no interesa. Lo bancos dominan el mundo, piden ayuda a los gobiernos cuando están en crisis y luego si te ví y no me acuerdo, los únicos que necesitan ayuda son los necesitados.
La justicia no funciona, leáse los casos Gurtel, la memoria histórica con Garzón, la justicia está en manos de los partidos, ellos la manipulan y se ponen de acuerdo para nombrar a unos y a otros. Hay tal desconcierto que tratar de ponerla en funcionamiento costará sangre y lagrimas. Muy pocos ciudadanos confían en ella y cuando falla la justicia a quién acudimos.
Los que mandan dan subvenciones, ayudas o como se llamen y no fiscalizan nada de nada. Ayudas a la formación que han hecho ricos a los parientes de los que mandan, ayudas a los automóviles para que cada uno tengamos dos o tres, pero cuando tenemos dos o tres automóviles ya no podemos tener más y el sector se pone en crisis.
Ayudas para comprar casas y montan la burbuja inmobiliaria y hay casas que sobran y personas que no tienen casas, es esto razonable.
En fin, democracia en los partidos y te montan un paripé, dicen que los candidatos los ha nombrado la asamblea y la asamblea son cuatro gatos que encumbran a un líder que no sirve para nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario