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domingo, 11 de junio de 2017

ANTONIO LUCAS, EL HOMBRE QUE TRANSFORMÓ FRAILES

Antonio Lucas, el hombre que transformó la vida de muchos vecinos de la villa de Frailes, recibió el pasado 10 de junio un homenaje de sus alumnos y a pesar de que habían pasado más de 40 años de su marcha de Frailes, recibió el calor, el cariño y la consideración de aquellos niños que hoy son agricultores, albañiles, fontaneros, guardias civiles o médicos.
Fue el pasado 10 de junio cuando se realizó el encuentro en un restaurante del municipio y allí fueron llegando gentes de Frailes, muchas de ellas se habían trasladado desde otros lugares de la geografía andaluza.
Antonio Lucas Mohedano fue trasladado al colegio nacional de Frailes en el curso 1967/1968 y con su magisterio realizó un ejercicio integral de enseñanza en aquellos alumnos que sufrían una situación de carencias de todo tipo. Fue un enseñante que con sus técnicas se adelantó a su tiempo e impartió su magisterio con unos valores esenciales para formar a aquellos niños para que fuesen unas buenas personas, como le reconoció el portavoz de ellos, Manuel Zafra, en el discurso de bienvenida. Con ello, cambió la vida de aquellos muchachos y les abrió nuevos horizontes.
Según Antonio Lucas, dicho encuentro le hizo sentir una alegría inmensa, similar a la de ver nacer a sus hijos, con una serie de emociones y recuerdos al ver allí a tanta gente que con su esfuerzo y comportamiento encontraron un lugar en la sociedad, trabajando con honestidad y siendo unas buenas personas. Pero Antonio Lucas influyó tanto en la sociedad frailera que se convirtió en un líder de la misma y cambió, poco a poco, la mentalidad de muchas personas en diversos factores, entre ellos el deporte y concretamente en la práctica del fútbol. Así frases, como ‘pasar el esférico’ o ‘correr la banda’ se convirtieron en algo normal para aquellas personas que no conocían muy bien las reglas del deporte rey.
Los padres de los alumnos vieron en este hombre una persona capaz de enseñar a sus hijos y depositaron la confianza en él, de tal manera que Antonio Lucas entró en la vida de casi todos los fraileros, porque realizó una gran labor y tuvo una gran influencia en todos los ordenes de sus vidas. Allí, en aquel restaurante frailero, estaba José Cano y manifestaba que Antonio Lucas le había mostrado el camino para ser fontanero, de tal manera que le encontró un lugar para vivir en Jaén y en unos meses se formó en la especialidad de fontanería, ejerciendo su profesión primero en Madrid y más tarde como fontanero municipal de Frailes. A otros alumnos los preparó para ser guardias civiles, a otros como agricultores y en todos ejerció su impronta.
Posteriormente, Antonio Lucas fue nombrado alcalde del municipio de Frailes y realizó una labor pionera gobernando el municipio; así estableció, por primera vez, el servicio domiciliario de recogida de basuras, reguló el servicio de aguas a domicilio, colocando contadores en cada una de las viviendas para controlar y ahorrar agua. Así mismo, instó a la población para embellecer el pueblo y los fraileros limpiaron sus calles y colocaron flores y macetas en las diversas calles. Antonio Lucas fue y sigue siendo una persona con gran carisma, y después de tantos años, allí en aquel restaurante, junto a su mujer Estrella y su hijo Nono, fue saludando a cada uno de aquellos alumnos y recordándoles anécdotas y vivencias y el cariño y el reconocimiento estaban presentes, por encima de creencias e ideologías.
Por todo ello, aquellos alumnos y todo el pueblo de Frailes está unido a este hombre y su familia porque supo inculcar una esperanza y creer en un futuro a aquellas gentes sencillass y les abrió un nuevo mundo en sus vidas.

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