Siempre ha ocurrido así y los poderes quieren seguir ejerciendo el yugo sobre el mundo. Si echamos una mirada a las diversas naciones, una minoría sigue rigiendo y manipulando el futuro de la humanidad. Lo que está pasando en Túnez, en Egipto o en Venezuela, sigue pasando en la gran mayoría de países de África, América, Asia, Europa o Oceanía: que unos pocos explotan a muchos y puede llegar el día que esos muchos (la ciudadanía) diga basta y se forme lo que se está formando en las calles de Túnez o Egipto. Pero también, todo esto sucede en China, India, Blangadesh o Sebastopol.
En España también sucede pero más atemperado. La casta politica, en connivencia con los poderosos: capitalistas, mercado, empresas y todo este birigay nos mantiene a raya a los demás. Con unas leyes hechas a su medida, con una justicia que no funciona, con todo a favor de los poderosos.
Yo que no soy experto en nada, tengo la solución. Lo único que se puede hacer es repartir la riqueza entre todos. No que haya castas que reciban más que otras, porque eso hace que continuen las diferencias.
Hay trabajo para todos, lo que no hay es el reparto de la riqueza para todos. Faltan médicos en los hospitales, en los consultorios. Faltan jueces y fiscales para desatascar los juzgados. Sobran gobernantes que solo hablan pero que no gobiernan porque lo hacen a favor de unos pocos. Siguen haciendo faltas carreteras, infraestructuras, cereales... Faltan personas que cuiden a los desamparados: viejos, niños, enfermos.
Estamos hartos de las ganancias de los bancos, de las grandes empresas, de los grandes monopolios. Y nosotros, los ciudadanos tenemos la llave de todo. Pero parece que aún no estamos hartos de los políticos que nos gobiernan, el día que estemos hartos, haremos como en Túnez o en Egipto, saldremos a la calle, nos jugaremos el físico y mandaremos a esta casta de políticos a la basura.
Un país como España, con poco menos de 5 millones de parados, es para que le diera vergüenza a las personas que gobiernan, y solo se preocupan de las encuestas, de que los bancos vayan bien, de que las empresas ganen dinero porque creen que es el germen de toda la sociedad y de que la casta politica tenga buenas pagas, buenas pensiones y sigan viviendo a sus anchas.
El mundo puede explotar en cualquier momento. Los ejemplos de Italia, Venezuela, India, China, y la gran mayoría de países ahí están. Hay que cambiar la mentalidad de los ciudadanos, hacernos responsables y dueños de nuestro destino y no dejarsélo en manos de cuatro gobernantes que solo miran su ombligo. Porque ya ha sido demasido el tiempo que le hemos dejado gobernar, y mira como nos han pagado, con el paro, la miseria, el miedo, el futuro incierto y todo lo demás.
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